El miedo puede ser un arma que ayuda al ser humano a su supervivencia, pero cuando se vuelve una reacción incontrolable e irracional puede convertirse en una fobia que puede afectar nuestra vida cotidiana al grado de paralizar nuestras actividades diarias.
La fobia, como consecuencia de un miedo más o menos consciente acompañado de un componente ansioso, puede expresarse de muchos modos. Existen tantas fobias como personas, ya que cada individuo puede desarrollar una fobia a cualquier cosa.
Algunos ejemplos pueden ser:
- Acrofobia: miedo a las alturas.
- Agorafobia: miedo a los lugares abiertos.
- Aracnofobia: miedo a las arañas o a los arácnidos.
- Claustrofobia: miedo a los lugares cerrados.
- Hemofobia: miedo a la sangre.
- Homofobia: temor, desagrado u odio hacia lo homosexual u homoerótico.
- Segregarefobia: Miedo al rechazo social.
- Telefonofobia: miedo a los teléfonos.
- Xenofobia: temor o desagrado en contra de los extraños o extranjeros.
A través de una terapia de hipnosis encontramos un correcto manejo de las emociones, llegando así al fondo del problema y liberando esa emoción negativa que nos ha provocado una fobia. Después de esta terapia, nos damos cuenta que, esa fobia que siempre nos había dañado ha desaparecido.